óxido

el sueño en el que todos vestían de negro y tú ibas vestida de azul

tú hablabas, nadie te escuchaba

tu sonreías, el silencio te escondía entre las caras largas sin brillo

y esa tarde en que lo viste pasar

y la llamada

la angustia, el miedo

ansias que recorren tu cuerpo sin dejarte dormir. residuos oxidados de tu propio veneno
ningún lugar parece cómodo

sin señales de paz

una danza de pildoritas de prozac te nombraban reyna en algún plano encarnado

san tafil sensualmente te cantaba al oído invitándote a sumergirte en el más puro lago de agua cristalina que pudieras imaginar....

el camino más corto para encontrar el gozo

nadie te abrazó, nadie te llamó

las pildoritas nombraron reyna a la señora que iba adelante de ti en la fila de la farmacia

san tafil se quedó en ese hermoso lago de agua cristalina

tú despertaste y no pudiste dormir

ni encontraste la paz

probablemente la angustia y el cosquilleo tenían razón de ser...

es cierto, quizá no haya nadie en realidad
y yo creo que sí

algo en ti permanece intacto

afortunadamente