Duele porque jamás en mi vida había deseado que alguien fuera tan feliz como hasta ahora.
Duele porque me quedo sin palabras y porque, aún sabiendo que puedo encontrar las palabras, simplemente no me atrevo a decirlas y me quiebro.
Duele porque tiemblo y porque no encuentro la manera de hacer funcionar a mi mente como antes lo hacía.
Duele porque estás en todos lados y porque lo ocupas todo. ... Y al mismo tiempo, no tengo a dónde ir...
Procurando tu sonrisa antes que la mía... Nunca me importó realmente perder o ganar y nunca entendí el juego...sólo me importas tú... y hagas lo que hagas o dejes de hacer, te amo.
Y en mi vida acepto... De corazón... Yo nunca no tengo miedo.